Hoy, como no podía ser de otra manera, os enseño este cuadrito de la Virgen del Carmen. Esta imagen ya me la habéis pedido en distintos formatos; iré subiéndolos conforme tenga tiempo. De momento os enseño este modelo, que se va directo a la habitación de la casa de la playa de una niña.
¡Hola!! ¡Qué ganas tenía de enseñaros este proyecto!
Llevaba muchos años dándole forma en mi cabeza, pero ya se sabe el hombre propone y Dios dispone, así que por una cosa o por otra jamás he podido llevarlo a cabo. Pero las que me conocéis sabéis que eso no es impedimento para estar ociosa, así que he ido haciendo alguna cosilla sin más pretensión que utilizarlo de manera casera.
Hoy os enseño un clásico de Con la Peineta Puesta, nuestra pulsera del Rocío. Está hecha con perlas de río y unos colores muy de la marca; la inicial podéis elegirla vosotras.
¿Qué os parece?
Jessica y Antonio se conocieron hace 8 años en Zaragoza. Una pareja entrañable, natural y auténtica donde las haya.
¡Buenas noches!
Aunque he estado desaparecida del ‘escenario bloguero’ durante un tiempo no significa que mi cabeza y manos inquietas hayan estado en paro . Poco a poco voy a ir retomando el blog porque me muero de ganas por enseñaros todo lo que he estado haciendo durante este tiempo de ausencia y lo que estoy haciendo ahora. Como es bastante y nos tenemos que poner al día, es probable que publique más post estas semanas, estoy convencida de que os van a encantar los trabajitos que tengo para enseñaros. Id haciéndome un hueco en vuestras agendas porque para septiembre espero estar al 100%.
Hoy os presento un nuevo proyecto de Con la Peineta Puesta que tenía muchas ganas de enseñaros.
Desde que he sido madre me he centrado más en cositas para los más pequeños de la casa. Empecé haciendo varios diseños para regalar a mis amigas cuando nacían sus peques.
Uno de los que más gustaban eran estos cuadros personalizados y pintados a mano.
Han tenido tanto éxito, que son muchas las mamás que me los están encargando para la decoración del cuarto de sus niños.
Cuando se casa una de tus mejores amigas un hormigueo especial te recorre todo el cuerpo, no lo entiendes y te repites una y otra vez ¡pero si no soy yo la que se casa!. Pero los nervios no entienden de razón, sólo de emociones y sensaciones…¡gracias a Dios! Recuerdo ese día no sólo con mucho cariño, sino con emoción y la intensa alegría de saber que una de las personas a las que más quiero es todo lo feliz que se puede ser en un momento como ese.
